Descripción
El artista alemán Jens Winkler, originario de Sajonia, descubrió su pasión por la fotografía a una edad temprana. A los 13 años comenzó a tomar sus primeras imágenes con la cámara de su padre. En un pequeño laboratorio fotográfico, desarrolló y amplió sus propias fotografías incluso antes de cumplir 18 años. Este temprano contacto con la fotografía analógica y sus desafíos marcó profundamente su enfoque artístico. La fotografía de gran formato, con su nitidez y detalle únicos, se convirtió en un tema central de su obra en la década de 1990. La fotografía de paisajes, a menudo inspirada en las montañas de Zittau, adquirió un lugar destacado en su producción artística. La fotografía digital de formato medio abrió nuevos caminos para la presentación de sus trabajos. Hoy, la fotografía en blanco y negro es el núcleo de su creación. La abstracción inherente al blanco y negro ofrece posibilidades creativas excepcionales, que superan las de la fotografía en color. La luz, el negro profundo, el blanco brillante y las formas claras están en el centro de su trabajo artístico y definen su lenguaje visual. Sus obras se caracterizan por un sentido del espacio, la amplitud y composiciones minimalistas que crean una atmósfera de tranquilidad y equilibrio. Líneas claras y estructuras simples forman la base de su enfoque fotográfico, destacando lo esencial en cada motivo. La abstracción en blanco y negro, combinada con esta reducción, otorga a sus obras una profundidad y claridad estética especiales, invitando al espectador a detenerse. Su trabajo se caracteriza por una intensa postproducción en el laboratorio digital, donde tiene lugar gran parte del proceso creativo. El objetivo es crear obras que brillen, evoquen emociones y cautiven al espectador. Técnicas como la fotografía infrarroja confieren a sus imágenes un carácter casi surrealista. Su repertorio se complementa con fotografías arquitectónicas, que han ganado importancia recientemente. Se inspira en artistas como Ansel Adams, Michael Kenna y Joel Tjintjelaar, pero siempre desarrolla un lenguaje visual propio. La positiva recepción y los numerosos premios internacionales confirmaron la calidad de sus obras y le otorgaron reconocimiento global. Su arte ha sido exhibido en numerosas exposiciones de renombre, incluidas Venecia, Estambul y Buenos Aires. Altamente premiado, sus obras se encuentran entre los ejemplos más destacados de la fotografía contemporánea en blanco y negro.